Es necesario que nos convenzamos que el “estar enamorado” es un sentimiento. Sentimiento, salvando las diferencias, igual que un dolor de muelas, o el sentimiento de bienestar de un niño en Navidad, etc. Los sentimientos vienen y se van.
Amar es un verbo. Y como verbo hay que ejercitarlo, hay que ponerlo en práctica. Amar es querer “querer” al que hemos elegido como pareja.
Cuando notamos que estamos perdiendo ese “enamoramiento” deberemos re-enamorarnos buscando esas situaciones que sabemos que le encantan a nuestra pareja. Es necesario reencontrarnos, pero no podemos olvidar que no podemos esperar a que se nos despierte “ese feeling” que tuvimos si antes “no queremos” que se nos despierte.
El Amor es superior al “estar enamorado”. El Amor es el Querer “querer” al otro. Es por ello que tiene un papel fundamental la voluntad y la libertad de querer. ¿No es esto lo que manifestamos el día de nuestra boda?
Fórmula Nupcial: ¿quieres recibir a N, como esposa, y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, y así, amarla y respetarla todos los días de tu vida? En ningún momento prometes “estar enamorado”. Prometes “Amarla”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario