sábado, 30 de enero de 2010

Motivadme por favor

Si tuviéramos que hacer caso, constantemente, al as distintas opiniones y corrientes pedagógicas, terminaríamos locos y sin saber, además, qué camino elegir para educar a nuestros alumnos.
La importancia tremenda que tenían los bits, los aprendizajes sistemáticos, el aprender por competencias, el mundo de las inteligencias múltiples, la importancia de la motivación... suerte que con el tiempo aprendes a aplicar el sentido común (si es que todavía lo tenemos “vivo”) y a intentar hacerlo de la mejor forma posible.
Todavía me llegan padres desarmados porqué sus hijos no están motivados. Y lo que es peor, culpan a la escuela por no saber motivar a su hijo. Pero ¿Qué es esto? Sólo nos falta convertir a la escuela en un circo para el aprendizaje de los reyes de la casa.
La motivación es importante para cualquier aprendizaje pero no es la luz que nos indica si debemos iniciarlo o no. La motivación no es convertir esa tarea, a veces ardua, en una actividad “divertida”, sino en descubrirle a la persona la necesidad positiva de realizarla.
A los padres hay que hacerles ver que el camino es educar en unos buenos hábitos para que sean la base de esas motivaciones futuras. El niño tiene que descubrir el hábito del trabajo diario, del esfuerzo, de las cosas bien hechas, etc. Esas serán las armas para la auto motivación. Porqué no lo olvidemos, la motivación no siempre viene de fuera. Tiene que salir de dentro.
Yo a veces no estoy motivado para hacer la cena y me toca hacerla...
No esperes a que esté motivado para que se ponga a hacer los deberes. Enséñale la importancia y la constancia de hacerlos diariamente.


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