Parecen iguales pero no lo son. Amigos y familiares te lo recuerdan año tras año y, aunque algunos realmente se camuflan, los hay que marcan un antes y un después. Son puertas que cruzamos inevitablemente, necesarias en nuestro crecimiento, y que sin duda nos aportan mucho más de lo que, a veces, nos parece. Un camino en el que las puertas de enfrente permanecen cerradas y, a medida que las cruzamos quedan ya siempre abiertas. Ahí estarán nuestros recuerdos, vivencias y la inestimable experiencia que hemos ido adquiriendo.
Hablamos, por supuerto, de nuestros cumpleaños. Son fechas agridulces: mezcla de sentimientos de todo tipo.Sin duda, el inicio de una nueva década nos aporta un plus de sensaciones pero está en nosotros mismos el decidir cómo nos vamos a tomar los siguientes diez años de nuestra vida. Ilusiónate, anímate, proponte vivir al máximo cada instante que te ha sido regalado. Hay tantos que no han llegado a nuestra edad que sería una falta hacia todos ellos no tomarse cada instante como un auténtico regalo de cumpleaños.
Feliz aniversario.
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