Suena el despertador y tenemos que despertar a los niños. Es día de ir al colegio y no hay forma de que hagan los 3 cosas básicas e indispensables para poder salir de casa: desayunar, asearse y vestirse.
Elena me cuenta que cada mañana tiene el mismo problema con su hija. De esas tres tareas, apenas completa una y media. Me pedía consejo para conseguir un triple.
La base para el éxito es el horario y la exigencia. Empieza despertándolo con suficiente tiempo para realizar las tres tareas. Coloca la que más le cueste al principio y deja la más sencilla para el final. Por ejemplo: si le gusta desayunar abundantemente, que empiece por asearse y vestirse. De esta forma, si no lo hace, no desayunará en casa.
Supongamos que a nuestro hijo pequeño le cuestan las tres facetas y digamos que no conseguimos que empiece por ninguna. Aquí es donde deberemos empezar a actuar nosotros:
1ª tarea: empieza por asearle. Cógele de la mano y llévale al lavabo. Lávale la cara y que aprenda a hacerlo. Si no lo consigues deberás pensar en ducharle. Si no lo consigues, deberás empezar a pensar en hacerlo con aguar “no tan calentita”.
2ª tarea: Ya despierto (con o sin agua fría) deberás conseguir que se vista. Si no lo hace a tiempo se irá al cole sin desayunar. ¿Y si no se viste a tiempo? Coge su ropa, ponle el batín y sal de casa como si fuerais hacia el colegio. Al ver como cierras la puerta y le dices que se vista en el coche verás como se “pone las pilas” para ir rápido en hacerlo. El primer día, si ves que con el teatro de salir fuera de casa ya tiene suficiente, puedes volver a entrar y darle 3 minutos para que lo haga. Te aseguro que al día siguiente estará vestido antes de salir de casa.
3ª tarea: El desayuno, como todas las demás actividades, tiene su tiempo. Márcale un límite: “x” minutos para que lo haga. Si tarda más, quítale el desayuno de delante.
¡Suerte a todos!
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