Sabemos que una buena comunicación es la base para el correcto funcionamiento de la unidad familiar. Para poder llevarla a cabo hay muchos mecanismos estudiados durante décadas y todos ellos muy buenos. En este artículo os presento el coche como medio para tratar algunos temas de conversación.
Todos sabemos que para tratar algunos aspectos de formación de los hijos, tenemos que crear la atmósfera y el medio adecuado para ello.
Si pretendes tocar temas relacionados, por ejemplo, con la educación sexual o sobre los chicos/as que les gustan, no intentes hacerlo de una forma directa porqué sentirá que te introduces en su intimidad. Evita situaciones similares a:
- Nacho, ven un momento que quiero hablar contigo o siéntate que quiero que hablemos.
Con esta atmósfera, únicamente crearemos tensión y nerviosismo (por ambos lados) y difícilmente conseguiremos que nos abra su corazón.
Así pues, en la búsqueda del medio correcto, os propongo el coche. Viajar a solas con él (yendo de casa al cole o yendo a poner gasolina) permite sacar temas de una forma más distendida por varios motivos:
a) Nuestro hijo (atrás o al lado nuestro) no nos tiene delante con nuestros ojos observándole continuamente.
b) El dejar que se medio-distraiga mirando por la ventana, mientras hablamos, le relaja para hablar de esos temas.
c) No lo hemos llamado y no ve tan forzada esa conversación
Intentadlo y ya me diréis qué os ha parecido. Sólo un detalle: no repitáis la jugada cada vez que queráis hablar del corazón. Sólo conseguiréis que le coja pánico al coche.
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