lunes, 31 de diciembre de 2007

El ejemplo de Uganda


Los índices de contagio del virus del SIDA son alarmantes. Las únicas campañas promovidas por las distintas instituciones, incluidas las del gobierno, se limitan a promocionar el preservativo como único remedio.

Se equivoca, si es de los que piensa que con otro gobierno esto cambiaría. Nada de nada. Ya hemos tenido otros gobiernos y el mensaje siempre es el mismo: ponte el preservativo para “jugar” con el sexo. No voy a hablar sobre el enfoque que le dan siempre al acto sexual (un simple juego).

Si les prometiera que conozco el número que saldrá premiado en la lotería de Navidad, lo comprarían, ¿no? Si les asegurara que conozco la fórmula para volver nuestro planeta al estado de “salud medioambiental” que se merece, me escucharían, ¿no? ¿Y si les dijera que hay una fórmula para reducir el número de infectados de Sida? ¿Y si les dijera que se ha probado y que funciona? ¿Y si les dijera que los datos son espectaculares?

El ejemplo a seguir es el de Uganda: país africano con una población infectada con el VIH hasta las trancas. Hace unos años la hermana católica Miriam Duggan desarrolló un programa llamado “Educación para la Vida”, un programa que alienta a las personas a vivir la abstinencia sexual antes del matrimonio y la fidelidad dentro de él. Ya hablamos de estas ideas ayer y los resultados, claramente demostrados, dejan a cualquiera con la boca abierta.

¿Por qué estos datos no se divulgan? ¿Por qué no se siguen estos ejemplos? ¿Por qué no se promueven campañas como esas?

“Sí hay fórmulas que funcionan e infinitamente mejores que la de ir regalando preservativos en las escuelas.”

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