Esos magos del humor, Les Luthiers, decían sabiamente: Dos palabras hay en la vida que te abrirán todas las puertas: tira y empuja.
Dejadme que os diga, cuales son las palabras que os abrirán todas las puertas. En realidad son tres: “por favor”, “gracias” y “perdón”. Estas palabras resumirían los modales que denota una persona educada y respetuosa. A nuestros hijos podemos enseñarles todo tipo de conocimientos y habilidades pero si descuidamos los buenos modales y no les ayudamos a usarlos, no le estaremos labrando un buen futuro.
La buena educación y sus manifestaciones no se transmiten genéticamente de padres a hijos. Hay que esforzarse para enseñar y educar en este objetivo.
Las tres palabras mágicas descritas anteriormente resumen el ABC de esas normas. En ellas se esconden valores como la humildad, el respeto, la generosidad o la caridad. Por tanto son mucho más que tres simples palabras.
Enséñales a tus hijos a usarlas cada día y en cualquier circunstancia y conseguirás que las agreguen en su vocabulario hacia los demás. Pero no olvides, si tu no las usas, no pretendas que ellos lo hagan.
El mejor tesoro que podemos dejar a nuestra juventud es una buena educación.
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