El segundo artículo del decálogo par formar a un delincuente nos enunciaba lo siguiente:
2: No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
Este gran lema que tantos y tantos padres llevan a cabo es tan absurdo como dejar que los hijos coman cuando quieran, se eduquen cuando quieran, asistan a la escuela cuando les plazca, etc. ¿Por qué imponerles cosas? ¿Pero quienes nos hemos creído para meternos en sus vidas... sus padres?
Recuerda que mientras tu dejas que lo decida él de mayor, otros deciden por ti y le enseñan, ya desde pequeño, lo que les pasa por la narices. Y tu, ¿qué haces?
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