Es bien sabido que todo lo que está en contacto con nosotros nos educa. Cuando los hijos son pequeños, el grado de influencia por parte de los padres y de la familia es mayúsculo. Con el tiempo, la sociedad que le rodea será también su eterna maestra.
Estamos en una sociedad en la que la media de hijos por familia es “x” pero ahora no vamos a analizar el por qué ni los motivos.
Lo que no logro entender es la reacción, cada vez más extendida, de muchos al enterarse que has sido madre/padre “otra vez”. Preguntas cómo… ¿pero cuántos hijos tenéis ya? o Bueno, ahora ya pararéis, ¿no?… son las que sufren los padres de familias numerosas. Digo sufren porqué es un poco desagradable y violento tener que dar explicaciones sobre aspectos tan personales al panadero, al frutero o a la peluquera.
¿Qué le está pasando a nuestra sociedad? Antiguamente, si te enterabas de algún nuevo nacimiento, te alegrabas, felicitabas a los padres y ya está. Actualmente, la gente te compadece. Eso es porqué la sociedad únicamente relaciona hijos con problemas, gastos y disgustos, dejando de lado lo mejor que conlleva tener hijos. Y ese aspecto positivo es tan grande, que nadie puede describirlo en palabras: pregúntale a una madre lo que sintió el día que parió a su hijo.
Así que… no les compadezcas. Alégrate y deséales lo mejor. ¡Con eso basta!
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