Hoy escribo a todos aquellos padres y madres que han visto, hace unos días, como sus hijos se preinscribían en la Universidad. ¡Qué elección! ¿Se equivocarán? ¿De verdad es eso lo que quieren estudiar?
La verdad, muchas veces no están seguros ni ellos mismos pero para la mayoría, es la primera gran decisión que toman en la vida. Padres, profesores, amigos… les han estado preguntando, a lo largo de este último curso, cual sería su elección.
En este sentido, es un gran acto de responsabilidad que conlleva el luchar y estudiar por aquello que eligieron.
Pero también os digo que, actualmente, todo ha cambiado. Hace años, los estudios marcaban el futuro profesional de las personas. Hoy en día, exceptuando carreras muy técnicas, nadie sabe lo que les espera en el mundo laboral. Estamos en un mundo muy dinámico y cambiante. Eso hace que, en un momento de su carrera, se les presente una oportunidad que les fascina y decidan apostar por ello.
Así que, no nos obsesionemos con sus estudios y elecciones: la responsabilidad de ello debe también tener en cuenta las oportunidades que les brinda el día a día.
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