Pero sin darnos cuenta, nuestros hijos abandonaron la infancia y entraron en la adolescencia. Y con ellos, nosotros descubrimos, de la misma forma que ocurrió en las etapas anteriores, un nueva forma de educar: más paciencia, más voluntad, más diálogo, más acuerdos… ¡”más”, en todo!
Y es que, como me recordaba Miquel F., la adolescencia es una auténtica “cura de humildad” para los padres. Creías que lo teníais todo controlado: sabías cuando se acostaba, cuando se levantaba, cuando os engañaba,… pero ¿ahora?
Y es que, como me recordaba Miquel F., la adolescencia es una auténtica “cura de humildad” para los padres. Creías que lo teníais todo controlado: sabías cuando se acostaba, cuando se levantaba, cuando os engañaba,… pero ¿ahora?
© Photo: http://www.flickr.com/photos/beija-flor
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