domingo, 14 de junio de 2009

El paparazzi

¿En qué familia no hay aquel que se cuelga la cámara fotográfica al cuello y almacena las imágenes de toda una vida? Reuniones familiares, bautizos, viajes, excursiones… No hay suceso que pase desapercibido para el paparazzi familiar. Es una bonita actividad que refleja, en muchos casos, el resumen de unas vivencias. Pero… ¿es en realidad el reflejo de una vida? Debería serlo pero, a menudo, deseamos tanto la fotografía que forzamos la propia realidad y, entonces, ese álbum familiar se convierte en una simple colección de imágenes sin sentido.
Si el niño no quiere ponerse junto a la jaula de gorilas o colgarse una serpiente del cuello, ¡no le fuerces! ¿Vale la pena esa fotografía? ¿Qué buscamos con ella?
¡Créeme, no vale la pena! ¿Te gustaría que lo intentara? Empieza tú antes colgándote esa serpiente del cuello. La confianza que necesita ante un reto debe entrarle por ósmosis.


© Photo: http://www.flickr.com/photos/bernatcg

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