domingo, 27 de septiembre de 2009

Facilísimo

Al principio parecía que la crisis podía ayudarnos a despertar del estado de letargo en el que vivíamos inmersos desde hace algunos años. Larga etapa donde la comodidad, la pereza, el conseguir las cosas con el mínimo esfuerzo estaba a la orden del día. Este era y es el momento de ponerse las pilas. No podemos continuar con esa dinámica. Debemos volvernos urgentemente activos. Pero, al contrario de lo que se podía suponer, los eslóganes publicitarios nos animan a continuar descendiendo por esa pendiente hacia la más absoluta inutilidad personal. Esta mañana he visto el último anuncio de la casa de automóviles Honda. Decía algo así: Lo quieres. Cógelo ¿Qué pasa, ya no es necesario que lo pagues? o el clásico: ¡Aprende inglés sin esfuerzo! ¿Dónde se ha visto eso? Sin estudio o sin esfuerzo no hay nada en esta vida.

Los que nacimos en la década de los 60 - 70 recordamos refranes como “el que la sigue, la consigue” o anuncios publicitarios como “con Feber, querer es poder”. Dos ejemplos clarísimos que nos ofrecían éxito después del esfuerzo. Ese es el camino.