La sociedad pide a gritos denunciar todos esos casos con la intención de salvar a futuras víctimas y ayudar a las que ya las han sufrido. Pero, ¿Qué se esconde en el interior de esos atacantes? ¿Dónde está el origen de sus actuaciones?
En mi opinión vamos por muy mal camino. Todos nos animan a reclamar nuestros derechos. Nos engañan con falsas felicidades y falsas libertades cuando, en cambio, nunca hemos sido tan esclavos como ahora. Nos creemos capaces de controlar nuestros caprichos, debilidades, vicios, sensualidades… Pero ¿quién nos enseña lo contrario? ¿Quién me aconseja o anima a controlar lo que el cuerpo me pide? El mundo me grita ¡No te reprimas! y cuando lo hago me llaman conservador…
¿Por qué no empezamos por ahí? ¿Por qué no hay campañas que fomenten un estilo de vida virtuoso? No hay nadie que se atreva con tal iniciativa.
¿Quieres formar a una buena sociedad? Fortalece sus virtudes.
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