Ipads, blackberrys, mp3,... un mundo hiperconectado al que nos hemos introducido casi sin darnos cuenta. Los que las usamos sabemos que son herramientas magníficas que facilitan nuestras tareas diarias de trabajo y organización pero... ¿Dónde termina el trabajo y empieza el aspecto lúdico que nos ofrecen?
Los padres intentamos controlar el uso que hacen nuestros hijos de todo ello. Les marcamos un horario para su uso pero... ¿Y nosotros? ¿Abandonamos el iphone o la BB cuando llegamos a casa? ¿Los usamos en compañía de otros?
Hoy os voy a recomendar una buena costumbre: elegid, en familia, un lugar donde dejar el móvil y acostumbraros todos (padres e hijos) a dejarlo ahí. Que sea, realmente, una herramienta de trabajo, de comunicación o de ayuda y deje de ser un elemento que nos aísle del entorno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario