lunes, 31 de diciembre de 2007

Bomba, cañón, nos vamos de excursión


Hoy viernes, los alumnos de mi escuela tienen la suerte de ir de salida cultural.
La salida cultural es todo un acontecimiento en sí mismo. ¿Qué me voy a llevar? ¿Cómo me voy a vestir? ¿Cuántas golosinas voy a comprar?
Es curiosa la relación que existe entre una salida cultural y las golosinas. ¿Por qué hay que llevarlas cuando se sale con el colegio?
Esta costumbre viene de antaño. ¿Cuántos de nosotros, en nuestra época estudiantil, hacíamos lo mismo? Es una costumbre que se viene repitiendo año tras años. Parece inconcebible salir sin ellas. Sería como ir “desarmado”.
Ese día, poder comentar con tus compañeros las golosinas que llevas es un hecho habitual y curioso. Nadie comenta de qué son los bocadillos que le han preparado en casa. Nadie comenta si lleva manzana, naranja o plátano. Pero sí que se dice el número de bolsas de patatas que llevas o de aceitunas, chicles y caramelos.
Ya en el momento de comer, empieza el ritual. Sacan las bolsas de comida y sus accesorios alimenticios. A su favor diremos que es atractivo ver como comparten sus festines con los compañeros.
Desde casa, es bueno que enseñemos a vivir la sobriedad también en estos detalles. No es bueno que les llenemos de golosinas y patatas cuando van de excursión. Sí que pueden llevar alguna cosita especial pero recordad: siempre con moderación y evitando los excesos.

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