Hace unos años empecé a hacer un estudio sobre la sobreprotección que sufren nuestros jóvenes y la relación que hay entre este Síndrome con el fracaso emocional y personal del que lo padece.
¿Sabían ustedes que el primer país del mundo en número de suicidios infantiles es Suecia? Estocolmo, la capital del bienestar es también la capital de este trágico dato.
Y es que a veces llegamos a pensar que cuanto más bienestar tengamos, más felices seremos. Como si la felicidad dependiera de lo material.
El Síndrome de Marlin es el sobreproteger a nuestros niños hasta tal punto que le anulamos la posibilidad de crecer por sí mismo.
Marlin (el papá de Nemo) fruto de una tragedia familiar, es el prototipo de padre que no deja hacer nada a su hijo. Desde su promesa inicial “- te prometo que nunca permitiré que te pase nada, Nemo”, hasta casi el final de esta obra de arte, el espectador tiene oportunidad de darse cuenta hasta que punto, podemos anular a los hijos.
Dejadme que os proponga ver esta bella película con la óptica que os acabo de narrar.
Para sesiones formativas a padres y matrimonios podéis localizarme por e-mail
No hay comentarios:
Publicar un comentario