Ayer fue el cumpleaños de un compañero amigo (¡JAAAAG no te enfades!). La verdad es que me hizo pensar en la forma como celebramos las fiestas en casa.
Las celebraciones son una parte fundamental de la vida en familia y, entre ellas, hay unas más importantes que otras: Navidad, fin de año, cumpleaños…Sin duda alguna, el cumpleaños ocupa un lugar preferente.
El cumpleaños es un afirmar: ¡qué alegría que estés aquí con nosotros! Efectivamente, este mensaje, podríamos repetirlo día tras día pero que bueno tener un día especialmente señalado par afirmarlo con mayúsculas.
Ese día es una fecha entrañable. Todos tus amigos , familiares y conocidos piensan en TI. Se han puesto de acuerdo en un día para pensar en ti durante un instante: ¡muchas felicidades!
Esa llamada, esa felicitación es un mandar el mensaje de “aprecio” hacia la persona que cumple años.
En casa, todo este mensaje se multiplica por infinito. Unos días antes se va recordando , se va preparando, se habla sobre cómo celebrarlo. Ese día, nuestro hijo, nuestra hija, marido o mujer es el EJE de toda la jornada.
En cada hogar se celebra de distinta manera pero dejadme que os sugiera una idea para el aniversario de un hijo/a: El día de su cumpleaños se celebra en familia y se acuerda uno de los siguientes días para ir a comer o a cenar únicamente con el que ha cumplido años. Eso ayuda a sentirse querido por los padres. Además, creará el ambiente necesario para poder hablar de distintos temas con nuestro hijo.
¡JAG, feliz cumpleaños!
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