Hace años oí que la línea que separa lo romántico de lo ridículo es a veces tan delgada, que a veces se confunde. Para muchos, éste es un ejemplo.
Tener una canción sucede cuando una pareja se apodera, muchas veces sin intencionalidad, de una melodía y la hace suya para siempre. Una sintonía que nada más oírla, te trae al pensamiento a tu pareja: un momento, un lugar, una época.
Esta unión entre la melodía y la persona es tan fuerte que incluso después de muchos años o incluso cuando ya no está entre nosotros, sigue recordándonos a ella.
Puede parecer artificial, cursi o absurdo pero creo que cualquier vivencia que sirva de ayuda para acordarte de tu mujer o marido, bienvenida sea. Y si eso sirve para que cojas el teléfono y la llames… ¡ya no te cuento!
Así pues pensad y encontrad la vuestra.
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