sábado, 29 de noviembre de 2008

Contratiempos

Esta semana ha tocado hija enferma. El invierno tiene estas cosas: los físicamente más indefensos (los pequeños y los ancianos) se apoderan de casi todos los virus que salen al mercado.

Ingresar a un hijo supone un desbarajuste familiar tremendo. La vida en casa está más o menos sumida en unas actuaciones y actividades rutinarias que se ven rotas por una situación nueva. Cada mañana, por ejemplo, se repiten los mismos pasos desde que nos levantamos hasta que llevamos los hijos al colegio. Pero, ¿qué pasa el día en que al cerrar la puerta tu hijo vomita el desayuno en la escalera? ¿qué sucede cuando tenemos un hijo enfermo y tenías otros planes? Son esos momentos donde entra en juego la capacidad de reacción de los adultos. ¿Eres capaz de mantener la calma? ¿Sabes buscar soluciones? ¿Qué pasos seguir? En el 95% de los casos sufres por un motivo: el trabajo.

Pensar como capear las reuniones que tenías a primera hora, qué te dirán los jefes o como explicar lo sucedido son las cosas que nos preocupan en ese momento. Pero… ¿tenemos claro lo que es verdaderamente importante en nuestra vida? (deporte, trabajo, relaciones sociales, hijos, esposa, padres, ocio, estudios…)

Todo en esta vida es cuestión de prioridades, de escala de valores. Descubre cuáles son las tuyas y actúa en consecuencia.




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