domingo, 23 de noviembre de 2008

Napoleón Bonaparte

“Sólo se puede gobernar a un pueblo ofreciendo un porvenir; un jefe ha de vender esperanza” (Napoleón Bonaparte)

Leyendo un artículo de José Antonio Marina en La Vanguardia, me admira la célebre frase del emperador francés. Napoleón no pasó a la historia por ser un asesor familiar precisamente, pero sí un auténtico coach de sus tropas y ejércitos.

La vida familiar, en los hogares de cada uno, se rige por unas posiciones jerarquizadas: padres - hijos. Eso, a muchos no les gusta admitirlo. Prefieren hablar de mini sistemas basados en la democracia de los miembros que la componen. Así, por ejemplo, se van a la cama cuando van todos. Los hijos hacen lo mismo que los padres y deciden igual que si lo fueran. No es extraño, por tanto, que este sistema termine, muchas veces, en una dictadura. Los hijos adolescentes decidiendo lo que deben o no deben hacer los padres.

Aprovechando las palabras de Napoleón, los padres tienen el deber de ofrecer a los hijos un porvenir y siempre desde el camino de la esperanza. Y para ello es necesario que tomen las decisiones que crean mejores para los hijos. La jerarquía familiar es fruto de la sabiduría y saber hacer que se le supone a los padres para ofrecer esa felicidad futura a los hijos.


© Photo: http://www.flickr.com/photos/carloszama

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