domingo, 9 de noviembre de 2008

¿Cueces o enriqueces?

Tomando como ejemplo el mítico anuncio de cubitos Maggi, enfocaremos el artículo de hoy con el símil de su eslogan: ¿Cueces o enriqueces?

La función de los padres de hoy en día es exactamente la misma que la de toda la vida. De entre muchas definiciones, nos serviría ésta: educar a los hijos, en todas sus dimensiones, ayudarles a descubrir el verdadero camino para alcanzar la felicidad y prepararlos para vivir y servir a la sociedad en la que les tocará vivir.

El papel de los esposos, en relación a las tareas hogareñas, sí que ha cambiado en la actualidad. De vez en cuando salen estadísticas y análisis sobre el papel del marido en casa. Parece que, cada vez más, los hombres “ayudan” más en casa. Pero… ¿es eso correcto? ¿Debe el marido ayudar en casa?

Ayudar es hacer algo para otra persona por aliviarle el trabajo y para que consiga un determinado fin… ¿Buscamos esa función en los maridos? En los modelos familiares que abundan hoy en día (marido y mujer trabajadores), las tareas deben ser compartidas. Esa es la auténtica fórmula.

Así pues, no tengamos los marido, la mentalidad de ayudar en casa. Ante la pregunta ¿cueces o enriqueces? ¿ayudas o compartes?, tengamos la respuesta clara.

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