domingo, 22 de febrero de 2009

La asistenta

Felipe, de 12 años, tira los papeles al suelo porqué, según dice, no quiere dejar en el paro a los que se dedican al servicio de limpieza del ayuntamiento.

Hay un grupo de padres que se preocupan profundamente del desarrollo intelectual de sus hijos. Son padres que hacen los deberes con sus hijos, estudian con ellos, les apuntan a todo tipo de cursillos extraescolares y, por supuesto, les tienen reservado un cursillo de idiomas en el extranjero. ¿Es eso lo más importante? Entonces, ¿por qué le dedicamos tanto tiempo?

Hace unos días conocí unos padres de este tipo. Al preguntarles sobre hábitos cuotidianos como limpiarse los zapatos, ordenar la habitación o dejar ordenado el lavabo, la respuesta fue directa: ¡En casa tenemos una señora que hace esas cosas. Nosotros tampoco nos hacemos la cama!

De nada sirve la formación intelectual sin la adquisición de unos buenos hábitos. El orden, la perseverancia o el servicio a los demás no se aprende en los libros o academias.

No tengáis miedo a dejar en el paro a la persona que  os ayuda en casa. Cuando no haga camas u ordene cosas que debía haber ordenado vuestro hijo hará tareas que hasta ahora no puede hacer. Padres e hijos debemos cultivar unos buenos hábitos diariamente.


1 comentario:

Rafel Fàbrega dijo...

et dono tota la raó, Dani. sense uns bons hàbits de res serveix anar a fer cursos a l'estranger o apuntar-se a activitats extraescolars.